Yo soy socialista y de izquierdas, lo he sido, lo soy y lo seré. Eso no quiere decir que deba estar afiliado al PSOE, que lo estoy, pero durante bastante años no lo he estado.
Yo me afilié a las Juventudes Socialistas en 1988 y poco después al partido. Como a mí me gusta trabajar en lo que creo, ocupé varios cargos (ninguno retribuido, por cierto) en la organización, siendo secretario general de Juventudes en Alicante capital y vicesecretario general del la ejecutiva del País Valenciano.
Fui tentado por gente del PP para que fuera en sus listas al ayuntamiento de Alicante, un cambio así, siendo secretario general de la agrupación de la ciudad, hubiera sido un golpe fuerte. Pero no, yo no estaba por la labor y recuerdo que en la mesa familiar, comiendo con mis padres, les dije: "¿vosotros me veis en el PP?" La respuesta, claro, fue negativa, ellos eran socialistas también.
Cuento todo esto porque en 2010, estando en la agrupación de Castalla, por la situación que se vivía en ese momento tanto a nivel general como a nivel local decidí darme de baja. Pero seguía siendo socialista, pero no llevo orejeras como los burros y si alguna vez he creído que debía cambiar el voto, siempre a formaciones de izquierda, lo he hecho.
He vuelto a afiliarme al PSOE en Castalla este año y fui candidato en sus listas municipales. ¿Por qué? Porque creía que hacía falta, que al partido se le estaba dando mucha caña a nivel nacional, en mi opinión inmerecida, y quería aportar algo, aunque fuera mi cara y mi trabajo. Y porque creo que a nivel local había que renovar el partido, sin prisas pero sin pausas. Yo me apunto a colaborar y ayudar a la gente a que haga lo que toque, gobierno u oposición, sin malos rollos, por supuesto, que ya en la agrupación de Alicante hubo y hay de eso para dar, sin miramiento.
Y vuelvo a repetir, todo esto lo cuento porque hay algunos viejos "popes" socialistas (el último Josep Borrell) que no están de acuerdo con lo que se está haciendo ahora para formar gobierno. No están de acuerdo con negociar y pactar un gobierno de izquierdas y plurinacional. Y me parece muy bien, todos tenemos nuestra opinión y es muy respetable, Pero vista la votación que se hizo en el seno del PSOE en apoyo a la negociación, que salió respaldada por un 80 y tantos por ciento largo de de la afiliación, esta gente deberían hacer una de dos: o luchar porque sus ideas calen entra los afiliados/as y lograr una mayoría (que veo difícil) que respalde su opinión o simplemente, como hice yo en 2010, darse de baja. Si tan en desacuerdo están Felipe, Guerra, Rodríguez Ibarra, etc... ¿por qué no se van? Son historia del socialismo, tuvieron sus cosas muy buenas y algunas muy malas, pero ahora son "jarrones chinos" decorativos y ya no representan al PSOE, no me representan como afiliado. Pueden seguir opinando y criticando, claro, estamos en democracia, pero qué lástima que perjudiquen a "su" partido de esta manera.
Por cierto, el que sigue estando en mi corazón, por aprobar la ley del matrimonio igualitario y sus opiniones actuales, es Zapatero.