CAOS
Fuente ignota que rebosas
la ilusión contenida de mi alma,
calle oscura, sin nombre ni número,
donde me pierdo en busca de la vida,
en busca de la nada.
Son nombres ignorados
pero también son algo más:
raiz oculta del presagio
de un desesperado Saturno
que derrama su misma sangre,
que devora su propia civilización.
Ha nacido un nuevo nadie en el mundo,
ha muerto una esperanza.
(J. Rafael Sirvent, Los violines no suenan mal, 2001)
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