domingo, 1 de febrero de 2015

Adiós, Luna


Adiós, Luna. Algo más de catorce años y medio con nosotros, eras la reina de nuestro corazón, nuestra "gorda", cariñosa, buena, tranquila, siempre a nuestro lado, a mis pies en el ordenador. El ictus que en septiembre a punto estuvo de matarte, que te dejó esa mirada indefinida y la cabecita ladeada, fue un aviso de que tú, que siempre habías tenido una salud de hierro, estabas a punto de irte. Muchos años, mucho amor el que nos has dado y que hemos correspondido siempre y hasta última hora, porque te has ido en casa, al calor de la estufita que tanto querías y al calor de tus papás, que hemos estado contigo hasta el final. Te queremos, Luna.