La responsabilidad de tener un animal

Ahora que estamos en el día en que vienen los Reyes Magos, quisiera recordar a los papás que los animales no son un juguete y que únicamente deben regalar un animal si están absolutamente seguros que tanto su hijo como ellos se responsabilizarán del cuidado del mismo. El cachorro (perro, gato) que hoy se regala en unos meses creces y empieza a molestar, hay que sacarlo a pasear varias veces al día, le entra el celo, ladra, se afila las uñas en las cortinas o los sillones, marca territorio, etc. De esos polvos llegan los lodos del verano, cuando miles de animales de compañía son abandonados por toda la geografía hispana y, lo que es peor, abandonados en las carreteras, con el peligro que representa para los conductores y por supuesto, para los pobre animalitos.

Tener un animal exige una serie de sacrificios, unos personales, otros monetarios, que es muy importante a la hora de hacer balance si de verdad queremos o no un animal. Como ejemplo, nosotros mismos. Tenemos en este momento diez gatos y dos perros (vivimos en el campo). Todos esterilizados (menos dos gatitas pequeñas) y vacunados. Comida seca y de bote. Antiparasitarios. Y lo que surja.

Como sabéis muchos, tanto a Isis (gato) como a Boby (perro) los están tratando los veterinarios. Al primero le han operado el ojo, a punto de perderlo. Un pastón (media paga extra). Al otro le dañaron cuando trataron de robárnoslo hace unas semanas, menudo costurón tiene. Menos pastón pero dinero también. Pero no sólo eso. Los cuidados necesarios: cinco veces al día varias gotas en el ojo de Isis, más pastillas por la boca; también pastillas para Boby y curas con betadine y cremas. Y hay que hacerlo, porque de lo contrario no mejoran. Es un sacrificio pero como somos conscientes de nuestra responsabilidad, lo asumimos, qué le vamos a hacer.

Pues eso, ¿estáis dispuestos a pasar por ahí, si hace falta? Valoradlo, antes de regalar un animal a vuestro hijo. Los caprichitos se pagan caros y el abandono posterior es una opción despiadada e inhumana. Y si estáis de verdad seguros, mejor sacar un animal de un refugio que comprarlo.

Felices Reyes.