
Hay muchos "bienpensantes" que no entienden el porqué de la celebración del Orgullo Gay, que porqué no se celebra el "orgullo heterosexual".
Bueno, esa gente no ha sentido nunca el estigma de ser el raro, el diferente, el que si se reían o te daban una hostia por ser como eras no pasaba nada, estaba justificado, porque eras el mariquita y no había defensa posible. La gran mayoría de nosotros ha ocultado su homosexualidad para no tener problemas con los padres y la familia, los amigos, los compañeros de estudio y/o trabajo, vecinos cotillas, etc. Y sin embargo yo he descubierto que es la VISIBILIDAD el elemento más importante para acallar las voces de los cuatro gilipollas que todavía ven un peligro en personas como yo, peligro que la ocultación magnificaba.
Desde que "salí del armario" públicamente, en las noticias del mediodía de Canal 9 y el Canal 37, allá por el año ¿94?, ¿95?, no recuerdo bien, me he podido dar cuenta de que la gente que me quería, familia, amigos, compañeros, me seguía queriendo y no afectaba quién me llevara a la cama (eso sí, teniendo en cuenta de que vivía en una capital media como Alicante). Y así ha sido el resto de mi historia, pública y conocida y aunque todavía hay quien me recibe (nos recibe, ya Mariano forma parte indisoluble de mi vida) de uñas, o pasamos hasta el culo o lo atraemos a nuestro campo, porque pasado un tiempo nos conoce como personas y cambia de actitud.
Hay que celebrar muchos logros y adelantos sociales en este tema, tanto en España como en otros países (hace unos días el estado de Nueva York ha aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo), pero hay mucho por lo que luchar todavía (el recurso del PP homófobo al Constitucional contra el matrimonio en nuestro país, las penas de muerte o cárcel para los homosexuales en muchos países del mundo, la no estigmatización de los enfermos de VIH). Y así seguimos, dando la cara y esperando que los derechos de los homosexuales vayan, pasito a pasito, haciéndose universales.
Nota de última hora: el PSPV pide a Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante, que ice la bandera arcoiris en el balcón del ayuntamiento. Perfecto. Pero los pocos municipios gobernados por mis compañeros socialistas también deberían hacerlo, Castalla incluida.