El Tribunal Supremo condena a El Mundo, su director y Carmen Rigalt, la periodista que escribió en su día el polémico escrito, a una multa de más de 30.000 €, por entender que un artículo publicado “atentaba a su honor por atribuírsele romance con un empresario de la moda, lo que implicaba acusarle de la condición de homosexual y porque, entre otras cosas, se le califica como aventurero del sexo”.
En su día, cuando Alejandro Sanz presentó la demanda, me pareció una barbaridad. En mi humilde opinión, hubiera bastado con enviar un desmentido al periódico, como otros famosos han hecho ante noticias o comentarios que no les gustaban o que no eran ciertos. De esta manera, lo que el cantante enviaba a los juzgados era que le imputaran una relación homosexual y, por ende, le clasificaran de gay.
Y pienso que, por un lado, si Alejandro Sanz no es homosexual, tiene una idea aberrante y totalmente homófoba de lo que significa serlo, porque hay mucho famoso al que se le ha puesto el "san Benito" y no ha dicho esta boca es mía; por otro lado, si resulta que sí es homosexual y todo el asunto de la demanda es una cortina de humo para desmentirlo y que sus fans quinceañeras sigan suspirando por él, me parecería un acto irresponsable e hipócrita, amén de utilizar los juzgados para obtener publicidad gratuita y que en la prensa se siga hablando de él.
Yo, como soy un poco rarito (claro, soy gay y a mucha honra), desde que me enteré en su día de la presentación de la demanda por lo ofendido que estaba de que le acusaran de homosexual, no he comprado ni un disco suyo y he recomendado que hicieran lo mismo a familiares y amigos. Yo soy así, qué le vamos a hacer.
En su día, cuando Alejandro Sanz presentó la demanda, me pareció una barbaridad. En mi humilde opinión, hubiera bastado con enviar un desmentido al periódico, como otros famosos han hecho ante noticias o comentarios que no les gustaban o que no eran ciertos. De esta manera, lo que el cantante enviaba a los juzgados era que le imputaran una relación homosexual y, por ende, le clasificaran de gay.
Y pienso que, por un lado, si Alejandro Sanz no es homosexual, tiene una idea aberrante y totalmente homófoba de lo que significa serlo, porque hay mucho famoso al que se le ha puesto el "san Benito" y no ha dicho esta boca es mía; por otro lado, si resulta que sí es homosexual y todo el asunto de la demanda es una cortina de humo para desmentirlo y que sus fans quinceañeras sigan suspirando por él, me parecería un acto irresponsable e hipócrita, amén de utilizar los juzgados para obtener publicidad gratuita y que en la prensa se siga hablando de él.
Yo, como soy un poco rarito (claro, soy gay y a mucha honra), desde que me enteré en su día de la presentación de la demanda por lo ofendido que estaba de que le acusaran de homosexual, no he comprado ni un disco suyo y he recomendado que hicieran lo mismo a familiares y amigos. Yo soy así, qué le vamos a hacer.
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