¡Ya estamos aquí!

Después de darle vueltas y vueltas, por fin me he decidido... Y como la cuestión es no parar, hacer cosas, a partir de ahora vais a saber de mí, de mis ideas y mi gente... ¿Temas? Ya irán saliendo. Progresar, no parar de moverse, de evolucionar... Nuestras vidas, amigos, familia, animales, fotos, poesías, canciones, cómics, libros, viajes, fiestas, gastronomía... La homosexualidad, por supuesto. La política, la universidad, la biblioteca, el sindicalismo y el petardeo ¿por qué no? Todo eso soy (ya empezais a conocerme) y de todo ello se hablará aquí.

Y comienzo con un poema propio, publicado hace muchos, muchos años en una revista alicantina y después en un libro. Ambos, poema y poemario, comparten título: Los violines no suenan mal

LOS VIOLINES NO SUENAN MAL

Los violines no suenan mal.
Desafinan un tanto al traspasar
tu garganta, pero aún así
no suenan mal, de veras.
Vómitos deliciosos estropean tu vestido
elegante, última moda parisina,
comprado, si no me equivoco,
en Galerías Laffayette.
La vida se te escapa a fuerza
de vómitos, y eso es porque los violines
no suenan mal, después de todo.
Tranquila. Las estadísticas no indican nada
sobre los suicidios musicales.

Bienvenidos y repito, LA CUESTIÓN ES NO PARAR.