Los adolescentes homosexuales rechazados por su familia tienen más problemas de salud. Así lo declara un estudio editado hoy por la prestigiosa revista médica Pediatrics. Hay muchas certezas y evidencias que, hasta que no son certificadas por un equipo de investigación serio, no pasan de ser consideradas anecdóticas, aunque siempre ciertas. Ésta es una de ellas. Que el rechazo, desprecio, maltrato físico y psicológico que algunos miembros de la familia (o todos) realizan continuamente contra los adolescentes gays sin que pueden defenderse (a menos que se vayan de casa y son menores de edad) afecta negativamente a la salud y a la personalidad del que lo sufre. Según el estudio, esas actitudes familiares "están vinculadas con problemas de salud graves (...) cuando lleguen a la juventud temprana, tales como la depresión, el uso de drogas ilegales, el riesgo de infecciones venéreas e intentos de suicidio".
Actualmente un amigo nuestro está pasando por este calvario. Control absoluto de llamadas, de adónde va, con quién va, comentarios despectivos de homosexuales en televisión ante su hermana pequeña, alguna hostia que otra y amenaza de paliza... ¿Mi amigo? Ansiedad, depresión, bloqueo en los estudios, frustración ("si el primer apoyo que debería tener es el de mi familia...").El error de esas familias es que nada de lo que hagan va a hacer cambiar a su hijo/hija... Pueden retrasar la salida del armario, pueden obligarle a que se case incluso, haciendo desgraciada a una pareja solo para intentar arreglar el "error", pero es cuestión de tiempo que la persona diga ya está bien, aunque espere a que se mueran sus padres por temor o por no hacerles daño, al fin lo que tiene que salir, sale. El problema es el sufrimiento causado por quién sabe si por moral, vergüenza, "el qué dirán", etc., hacia su hijo/hija. Eso es imperdonable.
Para leer más sobre el artículo publicado en Pediatrics, pinchad AQUÍ.
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