Los experimentos, con gaseosa

Eso es lo que le ha transmitido el Tribunal Superior de Justicia a Camps y a su Conseller, Font de Mora, al anular la aberrante decisión del gobierno valenciano de obligar a impartir y evaluar la asignatura Educación por la ciudadanía en inglés, como una "brillante" manera de cargarse la asignatura. Para Camps y su gobierno, todo lo que no huela a sotana (o a trajes caros regalados) no es digno de ser enseñado a los escolares valencianos.

El Tribunal ha tumbado también la posibilidad de aprobar la asignatura haciendo un trabajo y la objeción de conciencia de los padres contra los contenidos de esa asignatura. Está claro que la potestad de determinar qué modelo educativo se desarrolla es del gobierno español, y todas las zancandillas que los gobiernos autonómicos populares han intentado poner a la asignatura lo están pagando los alumnos (y los profesores, qué mal trago deben pasar).

Se ha demostrado, pues, que el gobierno valenciano de Camps, con Font de Mora a la cabeza, legisla contra Zapatero y contra la ley, sin pensar en los niños, únicamente pensando en joder la marrana, para subir puestos en el escalafón de la futura sucesión de Rajoy. Así le va a la educación.