Hasta ahora, los inspectores de la SGAE se acercaban a un pub y si alguna de las canciones que allí se escuchaba era de sus representados, ¡hala, a pasar por caja!
Pero claro, las cosas cambian. Hay mucha, mucha música bajo licencia copyleft, es decir, que puede ser reproducida e incluso grabada, lo que contribuye a su difusión y, por supuesto, la SGAE no debe rascar nada ahí. ¿Qué pasa si en ese pub se pone música de representados por la SGAE y música libre? Antes la SGAE cobraba por todo.
Pero claro, las cosas cambian. Hay mucha, mucha música bajo licencia copyleft, es decir, que puede ser reproducida e incluso grabada, lo que contribuye a su difusión y, por supuesto, la SGAE no debe rascar nada ahí. ¿Qué pasa si en ese pub se pone música de representados por la SGAE y música libre? Antes la SGAE cobraba por todo.
Una sentencia ha aclarado el tema, dejando a la SGAE un poco más con el culo al aire. A partir de ahora el bar Espiral Pop, que es quien ha ganado la sentencia, deberá pagar el tanto por ciento de canciones registradas, no el 100% que le hacían pagar. Y la SGAE debe demostrrar y recontar cuántas canciones son de sus asociados y cuántas de libre difusión.
Para saber más, os recomiendo leer el artículo de Público de hoy, pinchando AQUÍ.
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