Alucinado, cabreado, indignado, ¿qué más adjetivos puedo poner? Un montón.
Un jurado popular ha absuelto en Vigo a un asesino confeso que asestó 57 puñaladas a dos hombres gays, porque lo hizo "con el único propósito de defenderse de ser muerto o violado"; el jurado ha desestimado el ensañamiento, aunque sí le culpa porque incendió la casa y prendió fuego a los cuerpos, aunque lo hizo presa "del pánico".
Tanto clamor popular (merecido, por otra parte), por el asesinato de adolescentes a manos de sus amigos o ex-parejas, de niñas por pederastas y a este asesino confeso le dejan libre... Por favor, esta sentencia lo que está diciendo es que se publique el siguiente anuncio en todos los medios de comunicación: MATA MARICONES, NO TE PASARÁ NADA.
Y aún hay mucha gente que se pregunta el porqué de las reivindicaciones de los gays y las lesbianas, si ya lo tenemos todo conseguido... ¡ja! Todavía prevalece mucho machismo, mucho hostigamiento, mucho adolescente atormentado por sus compañeros en las aulas, mucho padre con la mano muy larga, mucha risita indisimulada y mucho señalamiento con el dedo... Y si te pegan una paliza por la calle o te matan, seguro que algo habrás hecho, habrás provocado; fíjate, lo que se decía hace treinta años de las mujeres que violaban, por llevar escote o la falda corta...
Hace falta mucha educación laica, mucha Educación por la Ciudadanía, para intentar que la sociedad vea la homosexualidad simplemente como lo que es, como una opción sexual más, no como un vicio nefando o una enfermedad, una desviación. ¡Cuántos homosexuales trabajan, estudian, educan a nuestros hijos, nos sirven el café con leche, son ministros, directores generales, taxistas o peones en la obra! ¿Y alguien se da cuenta? A la gente hay que juzgarla por cómo se comporta ante los demás (si es simpático o es un borde, si es trabajador o es un vago), no por quién mete en su cama.
El jurado, inhabilitado. Es una pena que si un juez dicta una sentencia absurda o contraria a la ley se le pueda meter mano y, en cambio, los jurados salgan de rositas de meteduras de pata o injusticias como ésta.
Y al asesino confeso de Vigo (en la foto) hay que juzgarle otra vez y meterle en la cárcel, y si sentía pánico de estar con dos gays, por si le violaban, en prisión sabrá lo que es bueno... ¿Qué mejor castigo?
Un jurado popular ha absuelto en Vigo a un asesino confeso que asestó 57 puñaladas a dos hombres gays, porque lo hizo "con el único propósito de defenderse de ser muerto o violado"; el jurado ha desestimado el ensañamiento, aunque sí le culpa porque incendió la casa y prendió fuego a los cuerpos, aunque lo hizo presa "del pánico".
Tanto clamor popular (merecido, por otra parte), por el asesinato de adolescentes a manos de sus amigos o ex-parejas, de niñas por pederastas y a este asesino confeso le dejan libre... Por favor, esta sentencia lo que está diciendo es que se publique el siguiente anuncio en todos los medios de comunicación: MATA MARICONES, NO TE PASARÁ NADA.
Y aún hay mucha gente que se pregunta el porqué de las reivindicaciones de los gays y las lesbianas, si ya lo tenemos todo conseguido... ¡ja! Todavía prevalece mucho machismo, mucho hostigamiento, mucho adolescente atormentado por sus compañeros en las aulas, mucho padre con la mano muy larga, mucha risita indisimulada y mucho señalamiento con el dedo... Y si te pegan una paliza por la calle o te matan, seguro que algo habrás hecho, habrás provocado; fíjate, lo que se decía hace treinta años de las mujeres que violaban, por llevar escote o la falda corta...
Hace falta mucha educación laica, mucha Educación por la Ciudadanía, para intentar que la sociedad vea la homosexualidad simplemente como lo que es, como una opción sexual más, no como un vicio nefando o una enfermedad, una desviación. ¡Cuántos homosexuales trabajan, estudian, educan a nuestros hijos, nos sirven el café con leche, son ministros, directores generales, taxistas o peones en la obra! ¿Y alguien se da cuenta? A la gente hay que juzgarla por cómo se comporta ante los demás (si es simpático o es un borde, si es trabajador o es un vago), no por quién mete en su cama.
El jurado, inhabilitado. Es una pena que si un juez dicta una sentencia absurda o contraria a la ley se le pueda meter mano y, en cambio, los jurados salgan de rositas de meteduras de pata o injusticias como ésta.
Y al asesino confeso de Vigo (en la foto) hay que juzgarle otra vez y meterle en la cárcel, y si sentía pánico de estar con dos gays, por si le violaban, en prisión sabrá lo que es bueno... ¿Qué mejor castigo?
2 comentarios:
Todavía hay mucho hijodeputa suelto por ahí, bien con el cuchillo en la mano, bien dictando sentencias, bien con el crucifijo a su lado.
Hay que seguir reclamando nuestro derecho a ser parte de la ciudadanía, se sea más "normal" o con una pluma exagerada...
Gracias por tus escritos en defensa de lo gay.
Hola! Cuando supe la noticia, sabía que algo escribirias sobre este caso tan indignante, tanto tu artículo como el de Maruja Torres, me han gustado mucho. Un saludo, Santy.
Publicar un comentario