Bon Profit: Hamburguesa a la alemana

Aunque parece un chiste, no lo es. La mejor hamburguesa que me he comido nunca fue en Hamburgo, en el puerto. Nada que ver con las de las cadenas de restaurantes americanos que todos conocemos. Jugosa y sabrosa, después de comernos una cada uno (Mariano y yo), nos pedimos otra a medias, para seguir saboreando ese descubrimiento portuario. Y volvimos otro día, por supuesto. Y teníamos una amiga que nos obsequiaba frecuentemente con sus frikatelle, pequeñas hamburguesas caseras deliciosas (no me gusta hacer publicidad, pero en algunos Carrefour, en la sección de frigorífico del pasillo de comida internacional, tienen paquetes de frikatelle que están bastante aceptables).

Pues bien, ésa es la receta que hoy os voy a dejar, la de algo tan simple y que tantas madres españolas preparan (y no lo hacen mal), pero seguramente la diferencia debe ser la carne alemana.

Hamburguesa a la alemana

Ingredientes: 400 g de solomillo de vaca, 400 g de solomillo de ternera, 1 cebolla pequeña, 1 huevo, sal, pimienta, aceite de oliva.

Hemos de picar finamente la cebolla y después pocharla en aceite caliente, a fuego lento, hasta que esté tierna. La sacamos, la dejamos escurrir y la apartamos. Se pica la carne, a ser posible con cuchillo bien afilado y de hoja fina (se puede hacer con picadora, pero no queda igual); en un recipiente, se mezcla la carne picada con el huevo, la cebolla, la sal y la pimienta y se amasa, hasta conseguir un tacto consistente. Se divide la masa en cuatro partes iguales y se le da forma de hamburguesa y se fríen en una sartén con poco aceite tres o cuatro minutos por cada lado, procurando que queden jugosas por dentro. También se pueden pasar por la parrilla o la barbacoa. Acompañarlas con mostaza (no la que venden de bote amarillo, sino la buena, que suele ir en vaso) y pepinillos. Y con una buena cerveza rubia alemana.